No quiero dejar pasar el
plebiscito para dar mi humilde opinión política y el porqué de una decisión muy
mía, muy personal, pero con argumentos.
Los colombianos tenemos un
presidente mañoso, y lo sabemos desde el principio. Adulador, mentiroso y “marrullero”,
como casi todos los políticos. Comparto el
pensamiento que dice: “A los políticos y los pañales hay que cambiarlos con
frecuencia y por el mismo motivo.”
Fuimos precisamente los Uribistas
quienes lo llevamos al cargo porque confiamos en él y estábamos seguros de que seguiría
con las políticas que estaban dando frutos para acabar con la guerrilla. Ya se habían eliminado cabecillas y estaban
acorralados en el monte.
Ahora con gran tristeza vemos a
una Colombia arrodillada , encandilada por una supuesta paz, una muy linda
paloma blanca en muchos anuncios y una aspiración a un premio nobel, lo cual
sería ya el colmo de los colmos.
Tenemos un presidente que ha
cometido todo abuso de poder durante su mandato y nos cambió un refrendo por un
plebiscito y se ha valido de mañosos mecanismos para aprobar los acuerdos en la
Habana. Los colombianos somos simples víctimas
de un mal mandatario, de un petulante y ordinario que habla como cualquier
habitante de barrio.
Bajó el umbral del plebiscito a un ridículo 13%
y redactó una pregunta para el pueblo en la encuesta del plebiscito “como se le dio la gana “ tal cual fue su respuesta
al preguntársele.
Después de acudir a brujos y santeros
como apoyo; acudió al Papa para darle
un poco de “santidad “al asunto. Afortunadamente el inteligente pontífice
declinó involucrarse.
Ahora entrega casas a cambio de votos
por SI y está haciendo toda clase de publicidad con dineros del estado y dando beneficios
para quienes voten por el Sí. Y si es
tan bueno porqué el “desespero”?
El señor Santos ha hecho cuanto
ha sido posible por darle credibilidad a un acuerdo lleno de incongruencias e
injusticias. Entre algunos de los acuerdos están: No pagarán cárcel no obstante
haber delinquido durante años y tener un sinfín de muertes en sus haberes, no
serán extraditados, recibirán sueldos mensuales y bonificaciones millonarias,
no habrá reparación a las víctimas y como si fuera poco, tendrán curules en el
Senado, y por supuesto podrán llegar algún día a la presidencia ¡¡ Dios nos
libre, además se les entregarán miles de hectáreas de tierras en donde seguramente
seguirán con sus cultivos ilícitos, ahora ya con permiso, tierras que muy bien
vendrían a nuestros campesinos. Una paz
con injusticia, no es paz.
Debemos tener claro que votar por
él SI, es entregar el país al Socialismo del siglo XXI, y que ha traído tantas desgracias y
pobreza a los países donde se ha infiltrado.
El 2 de octubre, iré a votar, a
expresar mi decisión sobre los absurdos acuerdos, unos acuerdos que no son
paz.
Veo optimismo en algunas personas y
me causa pena porque han caído en un vil engaño, y pagaran las consecuencias. no sólo ellos, sino todos los colombianos.
Y por último, sólo nos queda
esperar que el gobierno actual, así como incumplió a los colombianos que lo
elegimos, también incumpla los acuerdos a una muy ilusionada guerrilla.
Rebeca Bouvier
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