miércoles, 21 de septiembre de 2016

ENTRE EL BIEN Y EL MAL Y EL JARDÍN DE LAS DELICIAS


Hace algunos días estuve en el conversatorio de una gran escritora colombiana, a quien admiro, y de quien quería saber más.  Más de su vida, más de ella, más de sus libros.

Laura Restrepo Casabianca es una escritora y periodista colombiana, especialmente conocida por su novela Delirio, ganadora del Premio Alfaguara 2004 y del Grinzane Cavour 2006.

Le pedí a un amigo que me acompañara, persona muy culta que me ayudaría a despejar alguna duda.

Poca gente, muy poca en realidad, lo que nos da una clara idea de que a la gente o no le gusta leer o no le importa quien escribe.

La charla me pareció amena, ella una mujer de sonrisa amplia y hablar sencillo, nos deleitó por más de una hora.

La mayor parte del conversatorio se habló de la pintura “ El Jardin de las delicias “ de El Bosco.  Está bien, me decía mi acompañante, ella se ha inspirado en esa obra para su libro titulado “Pecado “, libro que por cierto ahonda en el bien y el mal, a través de una nutrida selección de personajes que cometen actos discutibles moralmente.

Una idea que flota en la lectura de "Pecado" es que "el cristianismo nos deja una visión muy compleja del bien y del mal" y "por más que uno no pise una iglesia, pensamos en cristiano y lloramos en cristiano". 
"El bien y el mal siempre se ven desde la perspectiva de cómo juzgamos a los demás: El que piensa como yo es bueno y el que no lo hace es malo"
En la búsqueda "de un marco más amplio", Laura Restrepo matiza entre el bien y el mal ya que considera que hay "una ambigüedad" aunque también "un intento muy claro de no juzgar, de no dar mis propios criterios, sino de ponerme en los zapatos del personaje y de ver la experiencia del mal desde su punto de vista y desde su propia lógica".


En todo caso me hubiera gustado escucharla hablar de sus otras obras como “ Delirio “ ó “ Dulce Compañía “ … entre otras. …..en fin, será otro día como dice mi nieto.  Y aclaro : Cuando mi nieto y yo vamos de compras, y por alguna razón no puedo comprarle algo que él quiere, me dice:  Otro día Mamatel ¡¡¡

Rebeca.

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