No sé a quién se le ocurrió que ser bonita era sinónimo de ser bruta. Tal vez cientos de clichés hollywoodenses o el hecho de que es más fácil juzgar antes de tiempo.
La realidad es que las mujeres que son capaces de pasar horas y horas viendo tutoriales de Yuya, son las mismas que leen, estudian y tienen tiempo para ir al gym. Mujeres que para muchos solo les importa el físico, son mujeres que hacen más que usted que solo se preocupa por ser feo y criticar. Con ser bonito no solo hablo de la apariencia, ya que estoy convencida de que es un conjunto con el interior.
Y que ¿por qué usted es linda y se arregla no tiene tiempo de hacer nada más? Ese concepto abstracto del tiempo en el que o se lee o se maquilla también se lo invento un feo o alguien que iba por la vida quejándose. Porque las mujeres más lindas que conozco son las que más temprano se levantan, las que se bañan, se arreglan y maquillan, también hacen ejercicio, van a estudiar o a trabajar; leen Twitter, opinan y se informan, se sienten felices con ellas mismas, comparten con su familia, están involucradas en causas sociales, rescatan gaticos de la calle y van de compras. Y por la noche aún tienen tiempo de hacerse una mascarilla y tomarse un buen té. También se acuestan temprano en semana, o se trasnochan trabajando, y rumbean los fines de semana, van a cine o a comer.Y si hablamos de exterior, no nos digamos mentiras, ser bonito es muy bueno, y no para escalar profesionalmente o para sentirse mejor que otros, sino porque levantarse cada día, mirarse al espejo y creerse la persona más linda del mundo hace una gran diferencia en términos psicológicos. Sin embargo la belleza no la dictan los demás, la define uno mismo, y para mi se necesita más gente enamorada de si mismo, capaz de comerse el mundo sin necesidad de destruir a otro. Bien lo dijo Elle Woods “La gente feliz no le dispara a sus esposos”, gente feliz que se cuida y se quiere; sea cual sea su imaginario de belleza. Gente que va a sus trabajos cada día a hacer lo que ama, que está apasionada y le brillan más los ojos. Que quiere embellecerse y embellecer su mundo. O es que ¿salir en pijama y sin bañarse lo va a hacer más inteligente?
Lo peor de todo es que al ser mujeres siempre estaremos expuestas a encontrarnos con Regina George encarnada, unas escenas muy tipo High School Musical, pero que de verdad deben parar. ¿Vieron Mean Girls? Llamar a alguien gorda, no te hace más delgada; llamar a alguien bruta, no te hará más inteligente; llamar fea a alguien no te hará más linda, así que si a usted, no le alcanza el tiempo así sea para peinarse, déjeme decirle que el problema es suyo y no de las bonitas. Dedique más tiempo en arreglar su corazón y menos en hablar mal de otros; conozca sus debilidades y conviértalas en fortalezas. Si quiere un cambio, sea parte de él.
Y si usted es rubia y de cuerpo envidiable, bajita y con rostro angelical, de caderas anchas y ojos expresivos (entre algunas manifestaciones de los cuerpos femeninos); pues no tiene porque ir por la vida disculpándose o siendo etiquetada de boba. Felicitaciones porque usted amiga bonita es capaz de hacer lo que quiera y eso es digno de admirar.Si su preocupación es la dictadura de la belleza, tranquilo que las lindas también lloran, les da sueño y se cansan, solo que no van por la vida criticando a otros y diciéndoles como vivir. El punto es quererse y aceptarse como sea, y entender que el estereotipo no está en más mujeres bonitas, cada una es bonita a su manera, el problema está en todos esos que se pasan criticando y odiando la vida.
La auténtica revolución femenina, es entender quiénes somos y cuáles son nuestras debilidades, es que exista un verdadero girl power, pero respetándonos y siendo un poco más prácticas y menos dramáticas. Y es que el drama es algo lindo, es algo que nos hace mujeres, pero no cuando es para herir y dañar, o para darle trascendencia a algo que se puede solucionar “como adultos” y no como quinceañeras pre menstruales. O es que ¿cómo vamos a exigir una transformación del mundo, si al primer problema miramos feo y nuestra edad vuelve a ser de un digito? El respeto empieza en casa, mejor dicho entre mujeres. Así que debemos parar de insultarnos, difamarnos y odiarnos; eso solo le da a los hombres la autoridad de hacerlo, y ¿no se han dado cuenta que ellos nunca se pisan las mangueras?
Para crear un movimiento social hay que ser parte de Él y yo propongo que dejemos de ser feas, y seamos más bonitas, con corazones ejercitados y los labios bien pintados.
Fuente: La Red
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