Hemos hecho un acuerdo, un diminuto acuerdo silencioso, nos nutrimos mutuamente con silencio y sin presencia. Hay un espacio muy bonito entre nosotros, una pequeña gran distancia, a solo un paso que… no damos. Dejamos que el silencio nos corroa el alma a la espera de la caricia que sin tocarnos, conocemos.
Dudo que este silencioso acuerdo sea pacifico, ya que los dos conocemos nuestros caracteres. Somos explosivos, somos como el fósforo y la llama, una chispa y dinamita.
Qué pensará de mí? Descerebrada? Caprichosa? Impulsiva? Apasionada? Acaso no era eso lo que tanto le gustaba? Y lo que pienso? Tonto?, ingenuo? , descerebrado? , mentiroso? , rencoroso?
Por mi parte siempre le vi silencioso, pensativo, ausente, tierno, muy tierno, receptivo, y sexy, tremendamente sexy ….pero eso no arregla nuestro asunto.
Decir que fue amor? No, es demasiado grande, además siempre he pensado que el amor es atadura, es aceptar que el otro sea el amo y yo ya no acepto esas cosas. En el amor no hay amos, hay cómplices y no me gusta inventar otras teorías para justificar miedos o carencias afectivas.
El silencioso acuerdo se rompe cuando escribe, cuando escribo. No importa con que nombre llega a visitarme, a espiarme ….lo distingo; los distintos colores de la capa que para ocultarse usa, los nombres que usa, nada alcanza a ocultar lo que en silencio tenemos, una comunicación casi intuitiva, el reconocernos en una multitud de letras.
Abrimos puertas, nos acercamos silenciosos por cosas no resueltas.
Me gusta nuestro acuerdo, un acuerdo silencioso…. Un acuerdo a gritos.
Rebeca.
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