Abril 15 -2020
Dias 12-13-14-y 15 de la cuarentena
“No estamos
listos para una pandemia, Si algo ha de matar a más de 10 millones de
personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso
más que una guerra. No misiles, sino microbios", señaló el magnate en su
momento.” Bill Gates.
Y refiriéndose al ébola dijo: "Esto fue pura suerte. Si
hubiese llegado a muchas más áreas urbanas, el número de casos habría sido
mucho mayor. Pero la próxima vez podemos no tener la misma suerte. Podría
ser un virus con el que los transmisores no se sientan mal y puedan viajar en
avión o ir al mercado", sentenció. Agregó que "si algo ha de
matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente
será un virus muy infeccioso más que una guerra. No misiles, sino
microbios".
Ahora estamos en pánico por el coronavirus y sus palabras
han empezado a hacer eco.
La verdad es que no había una coordinación mundial para una
nueva epidemia. Una coordinación para éste tipo de eventos requeriría el mismo
tipo de esfuerzo que el que se dedica en la preparación para una conflagración
militar.
La tierra nos sacude con eventos misteriosos durante nuestro
encierro. Fenómenos naturales como halos
alrededor del sol o de la luna, un lago en Galilea a 209 metros bajo el nivel
del mar, empieza a desbordarse con insólitos oleajes, ante el asombro de sus
habitantes, temblores de tierra consecutivos, un día del sol intenso y al otro
lluvia torrencial, volcanes se reactivan, los animales semisalvajes empiezan a caminar por las calles
en áreas urbanas… en fin. Señales?
Todo, además de la misma pandemia, del encierro, ha sido tan
extraño.
En el viejo continente, las cosas han pasado a mayores. En Italia y en España han llegado a las denuncias. Si tu vecino te ve fuera de tu casa, puede
llamar a las autoridades y te llevan preso o te multan.
A todo ésto,tenemos un culpable al que todos señalan: China. Es casi seguro que superada la epidemia, si
es que lo logramos, el boicot comercial es algo inminente, pero mientras tanto Japón
decide trasladar sus empresas de China al sudeste asiático y así no depender
del mercado chino y así amortiguar la recesión.
Problemas para las
relaciones a futuro entre los dos países. La Organización Mundial del Comercio
(OMC) ha calculado que el comercio mundial podría caer entre un 13% y un 32%
como consecuencia de la epidemia pulmonar, covid19.
Antes de que estallara la pandemia, muchas empresas
japonesas ya estaban evaluando la posibilidad de cerrar sus operaciones en
China. El motivo fundamental, el temor a ser víctima de la guerra comercial
entre Washington y Beijing. Esta tendencia ahora tendrá una aceleración. Según
el Tokyo Shoko Research, cerca de un millar de compañías japonesas ya han
comenzado a diversificar la compra de componentes para su producción de
febrero, abandonando a los proveedores chinos.
Donald Trump, presidente
de los norteamericanos, los más afectados y con el mayor número de muertes por
la pandemia, ha decidido congelar su apoyo a la OMS acusando la organización de ocultar la expansión
del virus. Ahora se preparan para
reabrir el país estado por estado antes de final de mes delegando la
responsabilidad en los gobernadores y desviando la culpa hacia la Organización
Mundial de la Salud (OMS) por no haber dado a tiempo la voz de alarma ni haber
sido «amables» con él al criticar sus decisiones.
La medida llegaba al tiempo que Nueva York sobrepasaba los 10.000 muertos de
los 25.000 que tiene EEUU y 600.000 casos confirmados. Con la
cadena alimenticia en peligro de provocar desabasto al expandirse la epidemia
entre los trabajadores de las fábricas, el presidente dejará a cada estado
decidir su propio calendario de reapertura y promete castigarlos si se
equivocan.
En realidad, el mandatario no tiene autoridad legal sobre los estados de la
Unión, que gozan de un régimen federal, pero Trump no hablaba de legalidad,
sino de chantaje. «No se rebelarán, necesitan muchas cosas del gobierno
federal, y no solo dinero, asesoramiento, equipo médico y mucho más. Si no
obedecen, no lo tendrán».En los próximos días hablará con los gobernadores para establecer un calendario de reapertura, que no incluye por ahora restablecer el tráfico de viajeros con España, Italia y otros países severamente afectados por la pandemia. «No diría que a Italia le esté yendo muy bien en estos momentos», justificó. «No diría que a España le esté yendo muy bien en estos momentos. Y Francia acaba de extender su orden de confinamiento«. El mandatario dice estar observando muy de cerca «cómo les está yendo a los países que reabren», aunque ayer prefería «no decir nombres».
Mientras,
todos seguimos sumando muertos e infectados, y ningún país en el mundo puede
decir que va ganando la guerra contra el virus, todo lo contrario, y el desarrollo
de la vacuna se ha convertido en algo urgente.
No, no estábamos preparados.
Rebeca.
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