domingo, 3 de mayo de 2020

METAMORFOSIS


Sobrevivientes.

Mayo 3-2020

Estamos a 40 días ya del encierro por pandemia.

Sobrevivientes ...
Y digo sobrevivientes por ahora, porque día a día, todos, absolutamente todos estamos con la incertidumbre del contagio. 

Me ha gustado mucho todo lo que huele a ficción, pero es la primera vez que me siento atrapada en una, por primera vez me levanto y me pregunto qué día es, que mes, es todo tan surrealista, es la primera vez que me siento amenazada, de muerte, y por un enemigo invisible, agresivo, y traicionero.

Los rituales de salida me tienen estresada, agotada, mascarillas, gel, gafas, lavado de ropa y de zapatos, bañarme todo el cuerpo y más, todo después de una pequeña salida a pagar o a comprar.

A eso súmale evitar a las personas, huir si se me están acercando demasiado, entrar y salir de la tienda casi de inmediato y si por acaso alguien estornuda, por tu vida ¡corre ¡

Pararme frente al espejo, mirarme, querer gritar y empezar a llorar.

Todo el mundo está aterrorizado por la muerte, yo no.  Quizás porque nací en un país caracterizado por ser resiliente,  hemos superado tantas cosas y ésta seguramente será una más para superar.

No es el momento para sentirme frágil, creo que lo dejaré para otro momento.

He tratado de reencontrarme con algunas personas, amigos, padres, hermanos, amores,  pero su estado de conmoción y estrés al igual que el mío, no lo ha hecho posible, por el contrario, he notado agresividad quizás producto de la incertidumbre y miedo.

El teléfono y las llamadas se han convertido estos días en una herramienta fundamental para pasar las horas.


Ayer noche, recurrí a un viejo cajón donde mi madre guarda fotos viejas, encontré algunas donde tengo 14 o 15 años, me veo tan extraña, esa soy yo? Mi madre empezó a contarme historias mias que yo ya ni recordaba.  Se quedó dormida y yo con un fuerte dolor de cabeza.

Y los que quedemos o queden después de esto, como recordaremos el encierro?  Como una oportunidad o como un castigo?  Cuánto demoraremos en sanar?  Habrá futuro?

El tiempo ha muerto y está suspendido, y ojalá todo lo vivido nos sirva para cerrar ciclos y círculos, los propios, tan necesarios. Y quizás también la sociedad tenga la misma la oportunidad y cambiar el rumbo de su futuro.

Ahora no me veo guapa en las fotos, no soy yo, estoy en medio de una metamorfosis, una muy dolorosa.

Rebeca. 




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