domingo, 20 de mayo de 2018

CADA QUIEN DA LO QUE TIENE EN EL CORAZON.

" Siente cómo el sol, surge la ilusión. Fabula ancestral, música inmortal... Bella y Bestia son."  Mrs.Potts.



Regalar es una mezcla de arte y ciencia, y para hacerlo bien hay que conocer al otro y también adivinarlo: porque si sabes exactamente cómo es, qué cosas tiene y cuáles le faltan, es más fácil acertar. “Lo fundamental cuando vas a comprarle algo a otro es olvidarte completamente de ti y de tus gustos”.

“Muchos regalos fracasan porque nos olvidamos de la persona a la que se los vamos a hacer, como si de lo que se tratase fuera de disfrazarla de nosotros. Y lo que hay que intentar es lo contrario, entender que lo que importa no es lo que tú comprarías, sino lo que ellos quieren.
Y cuando llega esa hora, la de dejarse a uno mismo al margen y ponerse en el lugar del otro, ¿quiénes regalan mejor? ¿Los hombres o las mujeres? “Las mujeres, que supuestamente somos mucho más predecibles y más fáciles de descifrar en ese terreno", continúa la autora de Inés y la alegría, “cargamos más con cosas que no nos apetecen, porque hay una serie de regalos tipo, como los perfumes, que a mí por ejemplo no me gustan, y que según las leyes de la publicidad se supone que son infalibles. A lo mejor es que como a los hombres, por lo general, les gusta menos ir de compras, lo que les ocurre es que al final van más a tiro hecho, son más convencionales y siguen más los modelos”.

Seguro que cualquiera que eche la vista atrás o mire su armario se dará cuenta de que la incompatibilidad de caracteres entre nosotros y lo que nos regalan se produce demasiado a menudo, en unas ocasiones porque nos dan algo por puro compromiso, o comprado en el último momento, y en otras porque hay gente que nos desconoce de toda la vida. Es cierto que a veces abres un regalo y en lugar de dar las gracias te dan ganas de decir: pero ¿quién te has creído que soy yo? Los que sí lo saben no ignoran que lo que más me gusta son los objetos familiares, cosas que no tienen un gran valor económico, pero tienen recuerdos dentro. 

En cuanto a mí, lo tengo clarísimo: yo regalo para triunfar, para que el otro tenga algo que le vuelve loco o algo que necesita de verdad. Y como los regalos tienen dos caras, también algo que, a ser posible, sea como un resumen o una maqueta de lo mucho que lo quieres, de lo bien que le conoces. Lo que sí he aprendido es que a veces para conseguirlo hay que saber esperar hasta que ese regalo aparece, sin dejar que las fechas te metan prisa. Precipitarse y acertar no suelen ser cosas compatibles”.

Todo un mundo el de los regalos. Rompes el envoltorio y nunca se sabe que vas a encontrar dentro. ¿Será verdad que nadie conoce a nadie?

Pues resulta que algunas personas si te conocen, te escuchan y te quieren.  El regalo de mi hijo el día de las madres me hizo llorar, pero de emoción, de alegría.  

Alguna vez vi en internet la tetera y el pocillo  de “La bella y la Bestia”, me pareció algo lindo curioso y bien logrado.  En alguna conversación hace mucho tiempo le dije a mi hijo que algún día tendría a Mrs Potts y a Chip y seguimos hablando de otra cosa.

Llegó en la tarde del día de madres, me abrazó y me entregó mi regalo ¡Allí estaban ¡¡  La hermosa Tetera y el pocillo fabricados en hermosa porcelana por Walt Disney y ya se imaginan mi alegría.  Ahora están conmigo y siempre que los miro me traen una sonrisa a mis labios, la sonrisa que me regalo mi hijo.

Rebeca,

No hay comentarios:

Publicar un comentario