La vida es una sucesión de estados de ánimo.
Creo que es una definición bastante acertada. Veamos un día cualquiera: nos levantamos con un estado de ánimo pero éste va cambiando a lo largo del día y cuando anochece y repasamos la jornada vemos que hemos pasado por diferentes estados durante dicho día. Por tanto, podemos decir que el ánimo de uno es variable, es inconstante, sube y baja, fluctúa...
¿Y de qué depende? Tendemos a pensar que son los acontecimientos exteriores, lo que ocurre en el mundo, lo que ocasiona nuestro buen o mal humor, nuestras alegrías y penas, etc... Acontecimientos a los que ponemos la etiqueta de positivos sirven para "elevarnos" el ánimo y acontecimientos a los que etiquetamos como negativos sirven para "hundirnos" en el desánimo. Somos como una barquita en medio del océano, que según sopla el viento nos inclinamos hacia un lado u otro.
Pero si examinamos la cuestión con más atención veremos que en realidad las etiquetas que ponemos a los acontecimientos no son más que eso, etiquetas, ideas intercambiables, y que lo que a veces nos parece el cielo es en cambio otras veces el infierno. ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado? La respuesta es: ¡nosotros mismos!, lo que pensamos, nuestro punto de vista: "somos lo que pensamos". “Somos lo que protegemos “ Somos lo que defendemos “
De uno mismo depende encender su propia llama interior. Hay que alimentarla a diario, manteniéndola a salvo de los fuertes vientos exteriores, como un farol resguardado del viento, y sólo entonces será capaz de alumbrar e irradiar a los seres a nuestro alrededor. Es lo mejor para nosotros mismos y para nuestros semejantes.
Sólo entonces podremos mirar socarronamente, y ver que lo que realmente nos asustaba, lo que tanto terror nos infundía, lo que nos lastimaba, no es más que una ilusión, un fantasma, un "tigre de papel".
Me he decidido a escribir estas líneas al pensar en las "melancolías otoñales", esas depresiones estacionales que, con el paso de una estación a otra, afectan en mayor a menor grado a todo el mundo. En ocasiones, con más ahínco que nunca, es preciso mimar y alimentar con tesón nuestra llama interior.
Bueno, pero y que es ??? Cómo encenderlo ??
Todos debemos tener ese fuego interior que ha de emerger de lo profundo . Es conectarse con su Verdadero Yo, el fuego en lo profundo de su interior, la fuente de poder y fuerza que está dentro d y siempre lo ha estado. Este comienza a manifestar su Verdadero Yo, mostrándose a sí mismos y al mundo la belleza, la perfección, la exquisita humanidad imperfecta que son. Vuélvanse más ustedes mismos que lo que jamás hayan sido . Este es recurrir al poder de El Fuego Interior.
¿Qué es El Fuego Interior? Dentro de cada uno de nosotros está el núcleo, la fuente, la semilla, que es el potencial que poseemos para convertirnos en nuestro destino sagrado. El Fuego Interior es la fuente de poder ilimitado que enciende esa semilla a la existencia, le da vida y la infunde con energía y pasión infinitas. El Fuego Interior es nuestra herramienta de despertar personal, el devenir de nuestro potencial de vida. Encender El Fuego Interior nos hace más fuertes. Más conscientes de nosotros mismos. Más saludables en nuestros cuerpos. Más centrados en el corazón. Más conectados con toda vida y el universo infinito.
Vayan allí ahora. Siéntense en silencio y vayan profundo en su interior, a ese lugar que es tan familiar para ustedes, tan parte de ustedes, tan hermoso. Vayan a ese lugar dentro de ustedes mismos y descansen. Sientan cómo los infunde ahora, les da esperanza, los hace llorar de nostalgia, los llena de energía y del conocimiento de que pueden lograr lo que vinieron a hacer aquí en esta vida. Llénense de ese sentimiento, expándanse ahora en su Ser, y sepan que éste es el momento de salir de su crisálida y convertirse en la hermosa mariposa que siempre han sabido que son.
Enciendan su Fuego Interior y véanlo florecer a la existencia. Dejen que los levante, que los expanda y los inspire. Respiren su Fuego en su corazón, en su abdomen. Respírenlo hacia abajo a la Tierra y arriba al cielo estrellado. Respiren su Fuego y sientan sus células brillar, cobrar vida y danzar. Respiren su Fuego hacia quienes aman, en círculos cada vez más amplios, hasta finalmente abarcar la Tierra y todos sus habitantes. Respiren su Fuego en lo profundo de su alma.
Tal como podrían sospechar de encender su Fuego Interior, es probable que traiga saltos cuánticos a muchos a nivel personal. Ahora es el momento, entonces, para examinar e identificar qué es lo que quieren. ¿Qué parte de ustedes, su Verdadero Yo, emerge este mes? Ustedes eligen. ¿Qué tipo de Increíble desean ofrecer a la luz que emite El Fuego Interior? Pasen algún tiempo determinando qué parte de su Yo va a surgir para ser encendida y amada.
El fuego arde intensamente. Utilicen esta energía para encender su pasión. ¿Qué los enciende? Aprovechen este tiempo para trabajar en el deseo de su corazón y abrir el cerrojo de su Destino Sagrado. Acuérdense de las cosas que los hacen felices y háganlas. ¿Es un helado? Dense el gusto. ¿Es el movimiento consciente? Entonces bailen. ¿Les gusta la poesía, el arte, la arqueología? Pasen tiempo este mes dedicándose a las cosas que los hacen felices. No hacerlo es invitar al estancamiento, la represión, y una quemazón interna en lugar de una iluminación externa. Complacer sus deseos los llevará a una relación más estrecha con su Destino Sagrado.
Los sueños son importantes este mes, ya que tienen mucho que decirles. Si no lo han hecho aún, consideren llevar un diario de sus sueños. Utilicen el tiempo de la luna llena también para soñar despiertos, fijando intenciones y visualizando su trayectoria de aquí en adelante.
Afirmación: YO SOY el poder del deseo de mi corazón.
Rebeca.
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