domingo, 26 de marzo de 2017

TAN SOLO SENTIR.

“No se puede aprender a tocar violín a la edad adulta” “ Porque no intentas algo más simple?” “Recuerda la dolencia de tu hombro…”  Opsss ¡¡¡  Una manera muy difícil de empezar una nueva relación ….con mi violín.  Todo en contra.

A finales del año pasado llegó a mis manos, bellísimo ¡¡¡  wauuu, me puedo enamorar, pensé.  Pero lo dejé allí, en su estuche, no era el momento, necesitaré de un buen instructor.

Día 1    El día de conocernos por fin ¡¡

 Siempre creí que era la forma absurda de tocar de un violinista presumido que decían sentir que la música los jalaba del cuello con la fuerza de un conjunto de agudos más largos que los graves.  Un mito del cual me burlaba ignorando que tal música podría causar tal impulso.

Cuando en mis manos brotó un violín, sentí la elegancia y la sofisticación que hasta cierto punto causó en mis demos miedo y un delicioso temor con hedor a deseo.

Conocimientos viejos de música infantil vuelven a mis ojos tomada de aquel violín, las nanas que mi madre me cantaba, recuerdos de tantas reuniones musicales en familia, familia de cantantes y de intérpretes de todo tipo de instrumentos,  y mis dedos doloridos comenzaron a maltratar aquellas tan delgadas cuerdas.

La libertad de mis brazos se vuelve intensa aleteando unas alas formadas por el movimiento de la varita que gracias a la intensidad de la ficción deja salir el polvo de la brea bañando de blanco todo aquel bello barniz.

Surge poco a poco una fluidez donde la rapidez de los tonos eleva el ánimo de la música, con la suavidad de notas chirriantes (que fastidiaron a mi gata y trata de impedir tal tortura con leves mordiscos a mi mano) , tan agudas y graves que hacen temblar mis dedos con una leve vibración.

El conjunto de sentidos muestra mis ojos que ya no hay nada que ver, que solo se siente en el cuerpo, en la espalda, en las manos y en el cuello, ese que se adormece y empieza a mecerme con un rítmico vaivén que en un ligero y fino movimiento no encuentra ningún límite.  Y envolviéndome en tan deliciosa sensación brota el recuerdo de lo que ignoraba del SOLO SENTIR.


Eso ¡¡¡   había olvidado el ….SOLO SENTIR.

Rebeca.




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