La mayoría
de las tardes de sábado y siempre que puedo, las comparto con mis padres. Mayores ya, con una carga de 94 años vividos,
se les notan el cansancio además de ceguera, sordera y todos esos “achaques” que
algún día nos alcanzarán a cada uno de nosotros.
Mi padre y yo siempre hemos tenido charlas “inteligentes”
de uno y otro tema, algunas veces estamos de acuerdo y otras no tanto, pero
siempre terminamos bien. Hombre muy
inteligente, ha leído mucho y se mantiene muy actualizado y le encanta
preguntar cosas que bien sabe que ignoro o que no son mi tema ni mi interés,
pero alguna vez logro enseñarle “cosas”
que rascándose el cerebro me dice , Caramba ¡ no, no sé¡
Una tarde
hacia un crucigrama y me dijo: “Hay una palabra acá de 4 letras que no
encuentro, dice que “Lo que no le gusta a Mafalda” “jajajajajajajaja reí con gana. El me miraba casi suplicante, quería
llenar su crucigrama. Apá, por Dios, eso
lo sabe todo el mundo, a Mafalda no le gusta la SOPA ¡ Ya se
imaginarán su asombro ¡ Ja, me dijo, y
yo que sé de Mafalda ni de sopas.
Esto a
manera de anécdota, ayer hablamos de política……
Hablamos
de la polarización política que vive nuestro país, de lo desagradable e
inaguantable que se ha vuelto y eso que hasta dentro de un mes no se verá la
primera vuelta.
En los
debates, se ve mucha agresividad en los candidatos y esa agresividad se ve en sus seguidores en
las redes sociales en donde solo se ve agresividad y hasta vulgaridad. Esto ha llegado a las familias, a los
compañeros de trabajo y cada uno defendiendo su posición política.
No se está
debatiendo ideas, sino emociones y esto representa un peligro para nuestra
sociedad.
Ya todo el
mundo se siente con el derecho de agredir si no estás de acuerdo con sus ideas y
lo vimos hace algunos días en un caricaturista que en forma ofensiva y falta de
respeto se dirigió a toda una colectividad, con el manido argumento de libertad
de expresión.
Todos los
que somos seguidores del Centro Democrático y del Uribismo, nos sentimos
aludidos, agraviados como seguramente se sienten la mayoría de los que somos
parte de ésta colectividad. El
caricaturista se retira de las redes bajo amenazas y sin ninguna disculpa, y se
convierte un desafortunado episodio más de agresividad en redes sociales.
No se puede,
en nombre de la libre expresión insultar, ridiculizar ni ofender.
Hablamos también
de nuestro candidato, mi padre y yo siempre tenemos el mismo candidato, pienso
que por genética somos del mismo partido y compartimos ideologías.
Nos gustó muchísimo
cuando en uno de los debates Duque le respondió a Vargas Lleras, quien fue vicepresidente
de Santos hasta hace poco, y le cito a Churchil “Se puede cambiar de partido
para sostener principios, pero no se puede cambiar de principios para defender
un partido”, o cuando le dijo: “Ud. fue copiloto de un avión que va en
picada y en el que se durmió en todo el vuelo”. En mi opinión eso fue un nocaut fulminante. Y es que nuestro candidato es así, firme,
tranquilo, seguro y certero.
Terminé la
charla con mi padre a sabiendas de que nos esperan semanas duras, ojalá bajemos
el tono y la agresividad, ojalá podamos ir a votar tranquilos, cada uno por
quien le guste y sin temor a ser criticado o agredido.
Rebeca.
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