sábado, 11 de junio de 2016

MAS ESCRITORES QUE LECTORES





Sábado en la noche, descansando.

 No quise salir de casa.

 La disculpa?  Creo que va a llover, hace frio, tengo trabajo pendiente….en fin, logré quedarme en casa y cuanta paz se respira.

Las falanges de mis dedos se alborotan.  Y no vas a escribir???  Aahh, aahh, no lo vas a hacer? Mirá que es buen momento,  casi me gritaban.  Y bueno, aquí vamos.

 Hace algunos días leí éste texto y me viene martillando desde entonces:

“Pienso que sólo debemos leer libros de los que muerden y pinchan. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dice tu carta? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hagan felices podríamos escribirlos nosotros mismos, si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a los bosques más remotos, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo”.”
― 
Franz Kafka

Cuanta verdad hay en la afirmación de Franz Kafka.

Y es que los libros deberían llegar a ti, tal como debería llegar el amor según Cortazar : 
“Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estoqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.”
En mi pensar, los libros deberían ser algo “que te parta hasta los huesos “ 
Como a  todos, se me han cruzado muchos libros.  Todo empieza con el impulso de la compra, un título sugestivo y quizás un título llamativo, una caratula bien lograda, en fin…  saben a qué me refiero.  Otros están en pdf en Internet y con ellos pasa lo mismo.
Entonces empiezas a leer….y nada pasa.  Y continúas….y nada pasa.  Terminas por hacerlo a un lado con la promesa de que lo seguirás leyendo en otro momento.  Ese momento nunca llega.   Simplemente, el libro no tenía magia.  No te capturó y lo condenas a la muerte.
Es por eso que pienso que lo que escribes, debe venir de  adentro tuyo, así sea de tu imaginación, pero de adentro, de algún recuerdo, pero de adentro,  es la única manera de llegar  a la gente, de llegarle adentro, quizás  dejar a un lado el tema empresario.
Es por eso que me apena tanto que cada día surjan escritores y surjan tantos libros con los que nunca pasa nada, aumenta el número de personas que quieren escribir libros y cada vez hay menos lectores.  Y si a esto le agregamos el libro digital y la piratería, el gran perdedor es el escritor honesto y quizás su mal usado talento.
Pero aparte de todo esto, reitero, algo está fallando.  No importa cuántos escritores surjan, o cuantos libros escriban.  Necesitamos libros que nos hagan reír, que nos hagan llorar, que nos lleven a lugares desconocidos, que nos hagan imaginar….
Tan solo necesitamos libros que nos despierten.
Rebeca,


No hay comentarios:

Publicar un comentario