Cuando escribo….
¿Para quién lo hago?¿Por qué lo hago?
Siempre me
planteo esa pregunta y siempre tomo la momentánea decisión de dejar de hacerlo
y hacer cosas más “útiles “.Pero al
tiempo, vuelvo y caigo. Me perdono.Porque lo hago?
Como niña
preguntona, dejaré de hacer preguntas y permitiré que la realidad sea como sea.
No escribo
para mí ni para nadie, simplemente miro mi interno y lo saco a lo externo, algo
así como una arqueología de mi psiquis.
Quizás
nadie lea una sola de mis letras, tal como pasa con tantas buenas novelas que
quedan entre el polvo y el olvido ó como tantos escritos sobre mundos interiores,
mundos insospechados que a nadie le interesan.
A veces es
como una necesidad de dar a luz hechos, palabras, cosas que llevas dentro y deben
salir y otras veces, escribes porque sí, por impulso, sin causa, tan solo por
poner un poco de luz a algún habitáculo sombrío de tu mundo.
A veces se
escribe a personas en concreto, a un entorno, o a alguien que está dentro de
ti, es como levantar casas y en lugar de ladrillos utilizas palabras.
En
ocasiones se escribe a alguien especial, un interlocutor en la distancia,
alguien quien diriges el dardo de la palabra y se forman pequeñas
conversaciones interiores que pueden terminar en poesía, que si no fuera para
esa persona en especial, perdería su encanto, su belleza, su alma, así esté muy
bien construida.
Por
ejemplo hoy, una mañana de domingo, nublado… (Algo que definitivamente me inspira),
puedo decir que mi prosa tiene una brújula que me llevará a lugares muy
lejanos, otros horizontes lugares insospechados en el mundo de lo escrito.
Para quien
escribo y porqué, lo sé, pero no lo digo para que no pierda el encanto, ya que
a la postre lo que interesa es que el lector dé su respuesta, ya que leer es el
anverso de lo escrito.
No hace
falta que lo entiendas, deja que trascurra como lo hace la corriente de un rio,
escucha.Nada más.
Empezamos un nuevo año en una relativa normalidad. Un final de año de muchas cosas gratas y un comienzo de año muy prometedor.
Luego de un merecido descanso, por acá estoy nuevamente dejando gotas en forma de letras para llegar a mis lectores y dejar que mis pensamientos fluyan en una colisión de lo que soy, de lo que pienso y de lo que quiero ser.
Como ya les he contado, me gusta el cine y sus estrellas. Procuro ver buenas cintas, cintas en las que no tenga que pensar mucho, ( que cansancio ¡¡ ) voy al cine a divertirme. Busco cintas con buen argumento o simplemente aquellas que mi nietecito quiere ver ¡¡ asi de sencillo y como él dice: " Yo te invito Mamatel ( mi apodo de cariño ) y tu pagas ¡ . Ocho años ya .....como pasa el tiempo.
En ésta ocasión eligió la pelicula de Disney : Coco. Al principio quise convencerlo de ver otra cosa, pero él estaba firme, asi que con un puchero y una sonrisa, me convencio él a mi.
Sorpresa ¡¡¡ Muy buena ¡¡ y al final hasta lloramos los dos ¡¡ Jaaa
Les cuento un poco, no mucho, para que se animen a verla, ya que como deben saber, ya fué premiada con el "Globo de Oro" a mejor película animada.
Coco no solo arranca con muy buenas críticas
sino que se postula como el gran estreno animado del año. Tras
recorrer durante años México, los realizadores lograron captar el
espíritu de la tradicional celebración del Día de los Muertos. Lejos de
conectarse solamente con la tristeza de la pérdida, los mexicanos
festejan durante dos días la partida de sus seres queridos con una
fiesta colorida. Y esta historia se cuenta en el nuevo film de Pixar y Disney en donde existe un relato en el que la luz prevalece por sobre la oscuridad. Así, Lee Unkrich (Toy Story 3) encontró un camino alegre para hablar de uno de los temas mas sensibles para la humanidad.
La
película se centra en Miguel, un niño que sueña con ser músico y que
está intentando escapar del legado familiar que le exige ser zapatero.
En ese camino termina haciendo una excursión por la Tierra de los
Muertos donde conoce a Héctor, un ladronzuelo que lo acompaña en una
inolvidable aventura.
Como suele ocurrir en las películas de Pixar, los más avezados encontrarán en Coco reminiscencias
a otras películas del estudio, pero además existen otros detalles
curiosos que llamarán la atención de los espectadores.
1. Uno de los personajes más entrañables de Coco es Dante (¿una referencia a La divina comedia?),
el perro xoloitzcuintle que acompaña a Miguel. Aquella raza de canes
sin pelo y que en general llevan la lengua colgando está fuertemente
vinculada a México; tanto, que es reconocida como nacional de ese país.
Para recrear a un xolo fielmente, los realizadores llevaron a varios
perros locales a los estudios de Pixar. Así, los artistas pudieron
estudiar detenidamente tanto su anatomía como sus movimientos.
2.
Cuando Miguel camina por las calles del pueblo al principio de la
película, se pueden ver unas piñatas con algunos célebres personajes de
Pixar como Buzz Lightyear, Woody (de Toy Story) y Mike Wazowski (de Monsters, Inc.).
Esta costumbre se repite en varios de los films de la compañía que ama
la autoreferencialidad como un guiño a los fanáticos de las historias
animadas.
3. El director Lee Unkrich llevó a su hijo de 9 años al
estudio para que pudieran recrear fielmente los movimientos y gestos que
luego se utilizaron en las escenas en las que Miguel toca la guitarra.
Además, para que las interpretaciones musicales fueran recreadas con
precisión, los realizadores trabajaron con artistas y GoPros para tener
más material de referencia. El diseño de la guitarra fue hecho, también,
por el hijo del realizador. "Tenemos gente de muchísimo talento en
Pixar, y en el fondo todos somo unos niños. Pero en este caso, buscaba
algo especial, porque se trataba de recrear ese mundo en el que está
inmerso Miguel, con posters, carteles de Ernesto... Es algo casero,
infantil, y tenía que ser hecho por un niño", explicó Unkrich en una
rueda de prensa.
Trailer de Coco : https://youtu.be/htwlR51npL4
4. En cuanto al vestuario, se crearon 500 prendas originales.
Los artistas pasaron meses y meses haciendo bocetos de bailarines
folklóricos mexicanos para luego poder confeccionar la ropa que
utilizaron los los cientos de personajes que aparecen en la película.
Toda la indumentaria que se ve en el film, desde la de los habitantes
del pueblo Santa Cecilia hasta la de los esqueletos que aparecen en la
fiesta de Ernesto de la Cruz en la Tierra de los Muertos, fue pensada e
imaginada especialmente para Coco.
5. Algo parecido
sucedió con cada uno de los personajes. Los diseñadores se tomaron muy
en serio la construcción de cada uno de ellos, pero hubo uno en que
pusieron especial énfasis: en Ernesto de la Cruz. Para crearlo se
inspiraron en el emblemático actor y cantante mexicano Pedro Infante. Es
por eso que le sumaron atributos que lo convirtieron en único, pero que
también refieren a aquel artista de carne y hueso: una hendidura en el
mentón -que puede apreciarse en las dos versiones, la viva y la muerta-,
un rulo que le cae en la frente, un bigote fino y de época. Y por
último, para dejar en claro que se trata de un personaje tan importante
como original, eligieron que vistiera de blanco en la Tierra de los
Muertos, para que haga contraste con todos los colores que reinan en
aquel lugar.
6. La Tierra de los Muertos está inspirada en Guanajuato, la
capital del estado mexicano del mismo nombre. Aquel lugar es conocido
por sus callejuelas empedradas, sus pendientes, sus plazas y sobre todo
por sus casas coloridas de arquitectura colonial apiladas en las
laderas. El resultado fue tan bueno que en algunas escenas ese "fondo"
lleno de formas, texturas y tonos fuertes parece tener vida propia.
7. Si bien la historia que se cuenta es claramente universal,
está claro desde la imagen promocional que se trata de un film con una
fuerte impronta latina. Por eso, a la hora de elegir a los actores
encargados de prestarle su voz a los personajes, en la versión original
en inglés, se dio prioridad a los talentos hispanohablantes. Por
ejemplo: el mexicano Gael García Bernal fue el elegido para interpretar a
Héctor (también, en la versión en castellano). Benjamin Bratt, en
tanto, le dió su voz a Ernesto de la Cruz en inglés, un rol que, en
español, quedó en manos de Marco Antonio Solís.
Que la disfruten tanto como mi nieto y yo, entre lagrimas y risas.