miércoles, 28 de diciembre de 2016

AÑO NUEVO? UN RETO ...

Me pregunto qué entendemos por año nuevo. ¿Nos referimos a un año realmente nuevo para nosotros, a algo que nunca antes ha sucedido? Cuando decimos que algo es nuevo, aún cuando no hay nada realmente nuevo bajo el sol, cuando decimos: '¡Feliz año nuevo!', ¿es realmente nuevo o es el mismo viejo patrón que se repite una y otra vez? ¿Son los rituales, tradiciones y costumbres de siempre, la continuación de lo que venimos haciendo, seguimos haciendo y haremos este año?

Por tanto, ¿hay algo nuevo? ¿Existe algo que sea realmente nuevo? ¿Hay algo que uno nunca haya visto antes? Esta es una pregunta importante si uno la investiga hasta que todos los días de su vida sean algo nunca visto antes. Esto implica un cerebro que se ha liberado de sus condicionamientos, idiosincrasias, particularidades, opiniones, juicios y convicciones. ¿Podemos dejar todo esto a un lado y empezar un año nuevo de verdad? Sería maravilloso poder hacer eso, porque nuestras vidas son bastante superficiales, vanas, sin mucho significado. Nos guste o no, hemos nacido ya educados, y ése puede ser también un obstáculo.

En definitiva, ¿podemos cambiar el rumbo de nuestra vida? ¿Es eso posible? ¿O estamos condenados a llevar vidas superficiales, mediocres y sin sentido? Nuestros cerebros y nuestras vidas están llenos de cosas del pensamiento.

Esto no es un sermón. Probablemente en todas las iglesias del mundo y en todos los templos, el Año Nuevo se celebrará como siempre, con los mismos rituales, los mismos pujas, etc., etc.

¿Podemos nosotros abandonar todo esto y empezar de cero, con toda nuestra mente y nuestro corazón, como una página en blanco, y ver qué surge de ello?"


Quiero despedir el año con estas palabras de Krishnamurti de las que se desprende que lo realmente nuevo solo puede nacer de las cenizas de lo viejo. Sin embargo, nosotros queremos invitar lo nuevo pero sin 'renunciar' a lo viejo, y parece que esto no sea posible. No puede surgir nada nuevo mientras no muera lo viejo, o sea, mientras no abandonemos nuestras idiosincrasias, preferencias, prejuicios, opiniones, etc. Quizás éste sea el verdadero reto.

Rebeca.

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